Desde que empecé a investigar que era esto del Scrapbooking, tenía muy claro que me iba a gustar tantísimo como la repostería creativa… Empecé a ver palabras,técnicas y cosas que yo no había oído en mi vida. ¿Qué era eso del Washi Tape?¿que era el repujado? ¿que era elembossing?.... Y con todas estas dudas,me puse a investigar, hasta dar con el embossing, que era lo que realmente me llamo la atención. Por fin había descubierto algo que me enganchó, hasta el punto de tirarme horas y horas y horas viendo vídeos, leyendo e investigando…. Cuanto más sabía de esta técnica, más me gustaba… No es que sea tonta y necesite una licenciatura para poder ponerlo en practica, pero es que realmente me gustaba mucho ver como se creaban dibujos con aquel secador.
¿Qué es el embossing?
Hacer embossing, como su traducción nos indica, consiste en darle a algo realce o relieve. En nuestro caso, a una cartulina, le aplicaremos relieve con calor, pero puede hacerse al metal, a los papeles y muchas más cosas que con el tiempo descubriréis. De momento nos interesan solo dos técnicas:
- La que haremos con la big shot y sus planchas para embossing (dejaran relieve o repujaran nuestros materiales)
- La que haremos con los polvos de embossing, los sellos y el secador, para dar a nuestros trabajos un relieve menos marcado, pero con un efecto precioso.
De momento nos vamos a quedar con la segunda técnica, que es la que mas me gusta (pero señor@s no os dejare sin paso a paso de la primera técnica, ¡prometido!).
Materiales necesarios:
- Placa de metacrilato (para pegar nuestros sellos,si lo necesitaran)
- Tinta transparente y polvos para hacer embossing (si quisiéramos escribir a mano, necesitaremos el rotulador)
- Sellos
- Pistola de calor
- Cartulina o superficie donde queramos plasmar nuestro dibujo.
- Un folio ( para recuperar nuestros polvos)
Paso a paso:
Primero, prepararemos nuestros sellos en la placa de metacrilato.
Con nuestra tinta de embossing, empaparemos nuestro sello para finalmente plasmarlo en la cartulina. (Realmente no tiene color)
Volcaremos nuestros polvos encima, sin miedo a desperdiciarlos.
Volcaremos esta vez la cartulina, en un folio blanco, con un doblez por la mitad, para poder recoger todo lo que sobra y lo devolveremos a su bote.
Cuando tengamos nuestros polvos pegados, iremos montando el resto del dibujo.
Iremos componiendo el dibujo sin miedo a que se nos mezclen los colores.
Finalmente aplicaremos calor a nuestro estampado, con mucho cuidado de no quemar el papel y a una distancia de unos 15 cm. Aplicaremos el calor por arriba y por abajo.
Y el resultado final lo veréis enseguida, pues los polvos pasan a ser una capa homogénea y brillante (dependiendo del tipo de polvos).
Podéis aplicar detalles con el rotulador de embossing, que hace el mismo efecto que la tinta pero para detalles pequeños y delicados os vendrá genial.
Espero que os haya gustado tanto como a mi enseñaros esta técnica y que la pongáis muy pronto en practica, pues dará un toque super especial a vuestras tarjetas.
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